EL Cardenal Jaime Ortega Alamino, Arzobispo de La Habana, visitó, 28 de febrero, al ex capitán de la Contrainteligencia Ernesto Borges, el que se encuentra cumpliendo una sanción de treinta años de prisión por un delito de espionaje. Borges transita por un segundo periodo de declaración de huelga de hambre, demandando al gobierno el cumplimiento de los fundamentos del Reglamento de Establecimientos Penitenciarios, así como lo dispuesto por la Ley Penal Militar en lo referente al otorgamiento de los beneficios de la libertad condicional.
Según lo que dispone la Ley No. 22, se alcanzan los beneficios de la condicional al cumplir los requisitos procesales, aunque el precepto de la demanda del sancionado no obliga a la autoridad a acceder.
El delito de espionaje no se vincula a perseguidos políticos, al mismo tiempo, el Programa para Refugiados que anualmente aprueba el Presidente de Estados Unidos mediante Proclama Presidencial, no articula entre otros, con sancionados por espionaje, terrorismo, piratería, tráfico de personas, etc.
El curriculum de Borges lo prueba como destacado oficial de la Seguridad Cubana, así como los argumentos expuestos en la Sentencia dictada por la Sala de los Delitos Contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de Ciudad de La Habana, que no fue recurrida en casación ante la correspondiente Sala del Tribunal Supremo Popular, tampoco en trece años de cumplimiento de la sanción ha sido promovido el Recurso de Revisión, todos estos procedimientos previstos por las Leyes Penales y Procesales, no se corresponden con la drástica actitud de la declaración de huelgas de hambre para lograr sus propósitos.
Se pone de manifiesto el interés del gobierno de reiniciar el proceso de diálogo que culminó con la liberación de los 52 presos políticos, remanentes de los 75 sancionados en el periodo conocido como Primavera Negra-marzo del 2003 y otros cientos beneficiados, los que fueron desterrados a España, posteriormente, mediante el Decreto No. 1/2011, de fecha 23 de diciembre del 2011, el Consejo de Estado dispuso indultar a más de 2900 sancionados, y más de 86 ciudadanos extranjeros que cumplían sanciones en Cuba, se especula que en los próximos días serán liberados no más de 500 sancionados por delitos comunes, todo ello como gesto soberano del gobierno y probando su intereses manifiesto con el Vaticano y su buena voluntad en actos humanitarios. Nunca ante el Cardenal Ortega había visitado a un penado-cumpliendo sanción, máxime cuando su intensión tiene que ser autorizada por la Dirección de Establecimientos Penitenciarios del Ministerio del Interior y su solicitud debe ser aprobada por el General-Presidente. El gobierno quiere probar sus buenas intensiones con motivo de la visita de Su Santidad Benedicto 16 a Cuba.
El fin del gobierno cubano, a toda luz, es lograr del gobierno de Estados Unidos el canje de Borges y el ex espía cubano René González, a lo que las autoridades estadounidense se oponen, aun cuando el Sr. Alan Gros se mantiene cumpliendo una sanción por delitos conexos con el espionaje.
Referencia Juridica 